5/6/20

O.C: La regla del juego (1939)

¿De qué va?: En una finca de Sologne se celebra un fin de semana de fiesta y cacería y hasta allí se traslada la alta alcurnia de la burguesía. En la lista de invitados que elaboran el marqués Robert de La Chesnove  y su esposa Christine se encuentra el nombre del aviador André Jurieux, un experimentado viajero que se enamora de Christine. El alto rango de los asistentes y sus nobles modales no impide que durante todo el fin de semana se sucedan los juegos de amor más banales e infieles.

Reputación: Rodada poco antes de la Segunda Guerra Mundial, Jean Renoir se basó muy libremente en la obra Los caprichos de Mariana (1833) de Alfred de Musset. De hecho, tras una mala elección del elenco, tuvo que reescribir gran parte del texto sobre la marcha y poco quedó al final del de Musset. Su estrenose saldó con un relativo fracaso en taquilla habiendo costado cinco millones de francos, el doble de lo presupuestado. El público no estaba muy por la labor de ir al cine debido a su lanzamiento en verano, la creciente tensión con Alemania y las reacciones violentas que generó, incluyendo amenazas de incendiar el cine donde se proyectaba. El gobierno francés la prohibió un mes después por considerarla negativa para la moral de sus ciudadanos, y cuando Alemania invadió el país al año siguiente, los nazis quemaron muchos de sus negativos. 23 minutos del metraje que Renoir recortó para intentar salvar la carrera comercial de la película se consideraron perdidos tras la guerra, hasta que en 1956, un grupo de seguidores de Renoir consiguió recuperar negativos del montaje original, salvo por dos escenas cuyo sonido existe, pero no la imagen. Esa es la versión de La regla del juego que ha trascendido y por la cual el film es habitual en todas las listas de las mejores películas de la historia.


Comentario: Puedo entender que La regla del juego haya sido considerada demasiado frívola partiendo del contexto político y social en el que se lanzó, pero esa misma frivolidad  ejerce de dardo envenenado con el que Renoir apunta hacia la burguesía gala, la cual habita en un mundo aparte en el que la infidelidad y el engaño está permitido mientras se corra la cortina a su alrededor. Esa hipócrita forma en la que la clase alta maneja sus affaires se ve contrastada por la falta de recato con la que es manejada por la servidumbre, aunque al final del fin de semana, los líos de una clase y otra acaban entrelazándose hasta llegar a un desenlace que apuntala el carácter tragicómico de la película. La regla del juego es una comedia muy disfrutable y afiladísima que, pese a la abundancia de personajes y enredos, nunca va a la deriva gracias a un capitán de barco que maneja los tiempos, el escenario y a los personajes con absoluta precisión. Además, resulta bastante moderna en varios aspectos, como en la camaradería que se forja entre las mujeres “enfrentadas” por el mismo hombre. Si eres fan de Downton Abbey, deberías conocer su precedente francés.

Próximo visionado: Soy Cuba (1964)

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