23/5/19

O.C: Zorba el griego (1964)

¿De qué va?: Un novelista británico de escaso éxito viaja a la isla de Creta tras conocer que le corresponde una parcela importante de dicho territorio tras el fallecimiento de un familiar. Durante el viaje conoce a Zorba, un hombre de carácter vitalista que se prestará a ayudarle en su incursión griega.

Reputación: Adaptación cinematográfica de la novela Vida y aventuras de Alexis Zorbas de Nikos Kazantzakis. El autor la concibió como tributo a la memoria de Georges Zorba, un  minero que conoció en el año 1917 al sur del Peloponeso. Simone Signoret fue la elección original para el papel de Madame Hortense. Tras comenzar la filmación, el director, Michael Cacoyannis, se dio cuenta de que ella no era lo que quería para el personaje, y pidió permiso al jefe de Twentieth Century Fox, Darryl F. Zanuck, para reemplazarla. El estudio accedió, proponiéndole actrices como Bette Davis o Barbara Stanwyck. Sin embargo, Cacoyannis ya tenía en mente a Lika Kedrova, y aunque Zanuck no le ponía cara, confiaba tanto en el director que accedió. Por cierto que la actriz aprendió inglés especialmente para la película, y su esfuerzo se vio recompensando con un Oscar a mejor actriz secundaria, así como un Tony que ganó años más tarde al participar en la versión musical que se realizó del film en Broadway. La película fue nominada a 7 premios de la Academia y también consiguió los de mejor dirección artística y fotografía en blanco y negro. Anthony Quinn no ganó el premio por su encarnación de Zorba, pero sí la nacionalidad griega, concedida por el gobierno del país como una muestra de su gratitud por la buena prensa que les había proporcionado y porque, gracias a su lesión de rodilla, se inventó un baile para la película, el sirtaki, pensado para no hacer demasiado esfuerzo físico, y que se volvió muy popular.


Comentario: Mucho antes de que Nia Vardalos aunase la comedia romántica norteamericana con la cultura helena en Mi gran boda griega (2002), el público yanqui quedó prendado de Grecia a través de Zorba, un señor griego alocado y avispado que se convierte en escudero y asesor de un soso inglés que se muda a Creta con la esperanza de ganarse la vida con el terreno que ha heredado. Sin embargo, la realidad del lugar no es tan idílica como su paisaje: pobreza extrema, subdesarrollo económico y mujeres condenadas a vivir en soledad por una sociedad machista y patriarcal. A Cacoyannis le faltó algún ápice de crítica que condenase las vejaciones a la que son sometidas los dos personajes femeninos de la historia, que acaban tan maltratadas por sus circunstancias como por el propio guion, que no les da cancha suficiente (sobre todo a la viuda). Las vistas, el bailecito y la música de Mikis Theodorakis que pasó a ser seña de identidad de Grecia están muy bien, pero que las dos horas y cuarto que dura la cinta pasen más o menos rápido dependerá de la simpatía que puedas sentir hacia el caradura de Zorba.

Próximo visionado: El fotógrafo del pánico (1960)

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