22/3/19

O.C: El jinete eléctrico (1979)

¿De qué va?: Sonny Steele, un vaquero y campeón mundial de rodeo, ha sido contratado por una agencia de publicidad y debe aparecer en Las Vegas vestido con un traje con docenas de bombillas eléctricas cosidas a la tela. Para sorpresa de todos, Steele coge un caballo valorado en millones de dólares y huye con él al desierto. La reportera Hallie Martin sigue su pista buscando una exclusiva, pero encuentra más de lo que imagina.

Reputación: Tercera colaboración entre Robert Redford y Jane Fonda, siendo las dos anteriores La jauría humana (1966) y Descalzos por el parque (1967). El tercer protagonista del film es el caballo, Rising Star, que en la vida real era un pura sangre llamado Let’s Merge que fue encontrado tras una búsqueda equina de seis meses por parte de la productora del film. Redford, que no requirió de dobles durante el rodaje, compró el caballo una vez acabó la producción y lo tuvo con él durante 18 años, hasta que falleció. El equino también ayudó a Sidney Pollack en 1984 a crear el logo de la productora TriStar, que muestra un caballo alado. El argumento del film está inspirado en lo que sucedió cuando, en 1973, el programa de televisión The Sonny and Cher Comedy Hour invitó a Penny Chenery a traer a su caballo, el legendario Secretariat. Chenery, sabiendo que a él no le interesaría estar en un plató de televisión, rechazó la oferta. 


La película supuso la vuelta de Redford como protagonista de una película tras un hiato de 3 años, pues el actor se había semi-retirado y recluido en un rancho de montaña en Utah, muy cerca de donde se realizó el rodaje, algo que obviamente fue del gusto de la estrella Pollack tenía la intención de volver a juntar a Redford y Fonda un año después para Havana, pero el proyecto se demoró once años, y cuando al fin pudo llevarse a cabo, fue con Lena Olin como co-protagonista. También quiso reunirlos para Us, su particular historia sobre la fuente de la juventud, pero Columbia descartó el proyecto por cuestiones presupuestarias. Curiosamente, en El jinete eléctrico, la escena de un beso necesitó de 48 tomas y costó 280.000 dólares debido a las constantes interrupciones causadas por tormentas eléctricas.


Comentario: El jinete eléctrico ha pasado a la Historia como película de relleno en la filmografía de leyendas del cine de la talla de Sidney Pollack, Robert Redford y Jane Fonda. Ni muy buena ni mala, se trata de un romance entre un tipo de carácter indomable y una periodista entrometida, esquema que en el siglo XXI se explotaría hasta la saciedad en comedias románticas protagonizadas por Matthew McConaughey y Kate Hudson, con un trasfondo de crítica hacia los medios de comunicación masivos y sus pocos miramientos a la hora de ridiculizar viejas glorias y explotar animales y recursos naturales; todo en pos del circo mediático. La película no destaca por nada en particular pero supone un visionado agradable gracias al oficio tras las cámaras de Pollack y a lo disfrutable que siempre ha sido ver a Redford y Fonda desplegando su química y enamorándose en la pantalla.

Próximo visionado: Tal como éramos (1973)

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