14/3/19

O.C: Love Story (1970)

¿De qué va?: Oliver y Jenny se conocen en la universidad de Harvard y se enamoran pese a las barreras sociales que les separan: el padre de él es hijo de un banquero y el de ella un humilde inmigrante italiano. Sin embargo, no será la peor crisis a la que se enfrentará la pareja…

Reputación: Drama romántico escrito por Erich Segal que luego adaptó en novela, convirtiéndose en un best-seller . La película supuso el debut en el cine de Tommy Lee Jones, que era amigo de Segal en Harvard, y del que además se inspiró para el personaje junto con su compañero de habitación, el futuro vicepresidente Al Gore. Estrellas en ciernes de la época como Michael Douglas, Jon Voight y Peter Fonda rechazaron el papel protagonista, incluso habiéndoles ofrecido un 10% de la recaudación. El director, Arthur Hiller, quería a Christopher Walken para el rol, pero el productor Robert Evans se decantó por Ryan O’Neal, describiéndolo como “un reactor antes que un actor”. Por su parte, aunque Ali MacGraw tenía 32 años cuando se rodó la película, consiguió el papel de la veinteañera Jenny gracias a su apariencia juvenil. El rodaje de la película provocó que la universidad de Harvard prohibiese los rodajes en su campus tras una semana de producción en la que se provocaron daños, molestias a los estudiantes y árboles muertos debido a la nieve falsa; el resto de las escenas se tuvieron que rodar en universidades cercanas. Love Story fue la película con mayor recaudación en Estados Unidos de 1970, siendo una de las primeras producciones de las historia en alcanzar los 100 millones de dólares de recaudación, y fue nominada a 7 Oscars: mejor película, director, actor y actriz protagonista, actor de reparto, guion original y banda sonora; solo ganó este último.


Comentario: Chico rico conoce a chica pobre, se enamoran y superan los obstáculos que les separan… salvo uno que resulta insalvable y que provocará que los espectadores tengas que sonarse los mocos. Love Story hace total justicia a su título siendo básicamente eso, una historia de amor bastante simple y genérica pero que se considera a sí misma más grande que la vida y que, a pesar de haber envejecido bastante mal, ha contado con remakes no confesos para cada generación posterior; en mi caso fue Un paseo para recordar (2002). La película en su conjunto es tan inofensiva de ver como dañina resulta su línea de diálogo que pasó a la posteridad: “Amar significa no tener que decir nunca perdón”. El mantra perfecto para el antiguamente conocido como “crimen pasional” y para todos aquellos que hacen daño a sus parejas con la excusa de que lo hacen por amor.

Próximo visionado: El jinete eléctrico (1979)

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