3/11/18

O.C: Jasón y los argonautas (1963)

Poster Jason y los argonautas¿De qué va?: Jasón es un legendario héroe griego que lidera un grupo de intrépidos aventureros en busca del vellocino de oro, necesario para que Jasón pueda reclamar su lugar como rey de Tesalia. Durante el peligroso viaje, serán guiados y protegidos por la diosa Hera y deberán enfrentarse a gigantes de bronce y todo tipo de monstruos.

Reputación: Película basada con algunas licencias en el mito griego de Jasón y su búsqueda del vellocino de oro. Con un ajustado presupuesto de 3 millones de dólares, casi todo el rodaje se realizó en Italia, dado que en dicho país las ruinas griegas se conservaban generalmente en mejor estado que en Grecia. Durante la preproducción, se consideró incluir en la historia al monstruo marino Scylla, el centauro Charybdis y al perro de tres cabezas Cerbero, pero finalmente se descartó la idea por limitaciones presupuestarias y de tiempo. El director de efectos especiales Ryan Harryhausen consideraba éste su mejor film. Le llevó cuatro meses rodar la famosa escena de los esqueletos, una cantidad de tiempo descomunal para una escena que apenas dura unos 3 minutos. La película se rodó bajo el título Jasón y el vellocino de oro, pero tras descubrir que ya existía una cinta italiana con el mismo título, se optó por cambiarlo a Jasón y los argonautas. Recibió muy buenas críticas en su estreno, pero no obtuvo el éxito esperado en taquilla, recaudando apenas dos millones de dólares. A Harryhausen siempre le apenó no haber sido propuesto al Oscar a mejores efectos visuales, y cuando en 1992 recibió el Oscar Honorífico, Tom Hanks contó a la audiencia lo siguiente después de presentarlo: “Algunas personas dicen Ciudadano Kane o Casablanca. ¡Yo digo que Jasón y los argonautas es la mejor película que jamás se haya hecho!”.

Jason and the argonauts2


Comentario: Aunque Don Chaffey figure como su director, casi todo el crédito de Jasón y los argonautas debe recaer en Ryan Harryhausen. Gracias a este mago de los efectos especiales, la película ha logrado trascender como una valiosa reliquia plagada de momentos tan memorables como el de los esqueletos o el de Tritón ayudando al navío de Jasón a atravesar los acantilados, de una complejidad técnica asombrosa para la época en la que se rodó, y que a día de hoy preserva un encanto vintage y artesanal. Por lo demás, se trata una de aventuras sencilla, cándida y no especialmente inspirada. Le cuesta arrancar, termina muy de sopetón y la mediocridad de su reparto tampoco ayuda, pero acierta al abrazar y enfatizar sin rubor el lado más fantástico y mitológico de la historia, mostrando a los dioses como seres tan todopoderosos como aburridos, que pasan el rato utilizando a los humanos como peones de sus juegos. Una película hecha por y para admirar el arte de Harryhausen.

Próximo visionado: Ha nacido una estrella (1937)

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