27/3/17

O.C: Memorias del subdesarrollo (1968)

Poster Memorias del subdesarrollo¿De qué va?: Sergio es un burgués que decide quedarse en Cuba mientras toda su familia abandona el país tras el triunfo de la Revolución. En las calles de la capital, Sergio conoce a Elena, una joven con la que mantendrá un affaire que terminará trayendo consecuencias poco agradables.

Reputación: Una de las obras más aclamadas de la filmografía del director cubano Tomás Gutiérrez Alea, también conocido como Titón, basada en la novela homónima de Edmundo Desnoes, que colaboró con el cineasta en la redacción del guion. Fue la primera película hecha en Cuba después de la subida al poder de Fidel Castro que se estrenó en Estados Unidos. La Sociedad Nacional de Críticos de Nueva York quiso premiar con un galardón especial a Alea en 1973, consistente en un trofeo y 2.000 dólares, pero el gobierno cubano le retiró el visado, impidiéndole recogerlo personalmente. Es más, toda persona que se presentase a recibir el premio en nombre del cineasta podría haber sido condenado por violar la ley de comercio con el enemigo. Alea afirmó haberse inspirado tanto en el cine neorrealista como en el film Hiroshima, mon amour (1959) de Alain Resnais, para dotar al film de ese estilo tan peculiar que posee. La película se rodó completamente en entornos naturales de La Habana, con muchos planos grabados con cámara oculta, y el montaje alterna la historia con documentos históricos auténticos, como imágenes de ceremonias oficiales o de  revueltas a pie de calle que se sacaron de los noticiarios de la época.

Memorias del subdesarrollo

Comentario: Memorias del subdesarrollo es una película libre, un collage de recuerdos, pensamientos, ideas y momentos contagiados por el estado de ánimo y la voz interior de su protagonista, un tipo que, a pesar de estar en contra de la revolución y de todo lo que ello representa, decide quedarse en Cuba, siendo testigo pasivo de la transición a la que se vio sometida el país con la entrada de Fidel Castro en el gobierno. La capacidad analítica, imparcial y crítica que tiene Alea a la hora de poner en evidencia las contradicciones y los agujeros del castrismo, siendo él partidario, resulta lo más admirable del conjunto, mientras que la relación que entabla Sergio con esa muchacha ingenua y un poco desequilibrada lo más ameno de una película que se presta a un análisis concienzudo sobre las diferentes capas de ficción y realidad que intercala para materializar la incertidumbre y los claroscuros en torno al cambio de rumbo al que se sometió un país anclado en su propio espacio temporal.

Próximo visionado: Todo en un día (1986)

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