Las arenas digitalizadas

Dir.: Mike Newell
Int.: Jake Gyllenhaal, Gemma Arterton, Ben Kingsley, Alfred Molina, Steve Toussaint, Toby Kebbell, Richard Coyle, Ronald Pickup
¿De qué va?: El joven e intrépido Dastan, príncipe de Persia, se verá forzado a cooperar con la misteriosa princesa Tamina para proteger una daga mística que le otorga a su portador la capacidad de viajar en el tiempo, pues un terrible villano tiene la intención de apropiarse de ella para cambiar el curso de la Historia.

Opinión: El todopoderoso Jerry Buckheimer, al que recientemente le han dado una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, probablemente por los muchos millones que ha reportado a la banca de la Meca del Cine, repite la fórmula que le funcionó en Piratas del Caribe para crear otra franquicia “rompetaquillas”: basarse en un referente popular (esta vez un videojuego en vez de una atracción de feria), poner de protagonistas a actores de moda, mozalbetes y atractivos secundados por veteranos del oficio y ofrecer muchas aventuras encuadradas en un género rescatado del olvido. 

Si con la primera parte de Piratas del Caribe se recuperaron las  peripecias en alta mar, con Prince of Persia se pretende hacer lo mismo pero con el exótico contexto que ofrece la historia y cultura oriental; lástima que ese sentimiento nostálgico nunca llegue a materializarse porque a cada momento el realizador Mike Newell mete una escena de acción de esas en las que cada plano no dura más de tres segundos (¡si no eres Paul Greengrass no queda bien!) y a los que duran más les mete una cámara lenta de dudosos resultados artísticos. Demasiada acción hueca para una película que podría haber sido más variadita, y es que, (lo que voy a decir ahora es en calidad de fan friki del videojuego), se podría haber aprovechado las numerosas trampas mortales a las que se enfrenta en el juego el príncipe, en forma de pinchos, ruedas dentadas y sables giratorios entre otros, que brillan por su ausencia en el filme.

Jake Gyllenhaal aprueba como héroe de acción, pero es indudable que se le saca mejor partido en registros serios y dramáticos que haciendo piruetas por el aire. Gemma Arterton sale mejor parada que en Furia de titanes, más lucida y con más protagonismo, aunque su Tamina no dista mucho de la Elizabeth Swan de Keira Knightley. Ben Kingsley se gana correctamente el sueldo pero es Alfred Molina quien se lleva el gato al agua con el personaje más carismático y divertido de la cinta.

Prince of Persia: Las arenas del tiempo resulta inferior que la primera Piratas del Caribe, pero mejor que su segunda y tercera parte a las que la máxima de “ofrecer más de lo mismo pero aumentado” no les sentó nada bien. La película de Newell no es tan espectacular como el tráiler apuntaba pero se deja ver sin hastío siempre que no se repare en las contradicciones de la historia y de los poderes de la daga mística. Si no queda satisfecho siempre puede echarse una partidita al juego que al menos agudiza la coordinación y los reflejos.

6/10