Dir.: Álex de la Iglesia
Int.: Carlos Areces, Antonio de la Torre, Carolina Bang, Santiago Segura, Sancho Gracia, Gracia Olayo, Manuel Tejada, Manuel Tallafé
¿De qué va?: En los últimos años del franquismo, dos payasos llegan hasta las últimas consecuencias en su lucha por el ambiguo amor de una atractiva trapecista.
Reseña: Cuando finalizó la proyección de Balada triste de trompeta me asaltaron a la mente dos cuestiones: la primera, por qué de unas ocho personas que fuimos a verla todos se debatían entre la incredulidad y el desprecio hacia lo que acababan de ver excepto yo, que me hubiese quedado anclado en la butaca hasta que terminaran los créditos si no fuera porque estaba sentado en el lado más próximo a la salida.
La segunda, es que entendí perfectamente por qué Quentin Tarantino flipó con la película durante el pasado festival de Venecia, y es que el último trabajo de Álex de la Iglesia guarda muchas similitudes con el cine de aquel, sobretodo con Malditos bastardos, al encuadrar una historia imaginaria dentro de un reconocible contexto histórico en el que se pasean las figuras más importantes de dicha época, pero sobretodo, por servir como un desahogo festivo de furia y rabia armado hasta los dientes de una de las épocas más oscuras de la Historia de la Humanidad.
Balada triste de trompeta tiene varias lecturas: por un lado, el enfrentamiento de los payasos protagonistas representa el conflicto entre las dos Españas, la franquista y la republicana, y hasta ahí puedo leer porque cuanto menos se sepa más se disfrutará de los enloquecidos y retorcidos giros argumentales de la trama. Por el otro, es la historia de un triángulo amoroso urdido con los efectos más dañinos del romance: los celos, el dolor (físico y mental) y la obsesión. El amor libera, sí, pero también hace sufrir, con placer culpable o sin él, y arrastra a la demencia y la locura a los que lo padecen sin remedio. Los dictados del corazón se mueven entre la brutalidad y la docilidad que acaba por corromperse, y de esta forma queda perfectamente enlazado con el retrato de las dos Españas.
Los vórtices de dicho triángulo lo conforman tres intérpretes que sobrellevan perfectamente la personalidad ‘in extremis’ de sus personajes. Carlos Areces se descubre como un actor que puede encarnar con credibilidad un personaje que no esté fundamentado a base de sketches. Antonio de la Torre construye uno de los mejores villanos que nos ha dado el cine patrio y Carolina Bang es una voluptuosa revelación que nos hace preguntarnos de dónde ha salido esta chica.
Los excesos de los que hace gala De la Iglesia le pasarán factura al provocar reacciones radicalmente opuestas respecto a lo que ofrece en su incómodo circo de cuatro pistas. Puede que me haya contagiado de su espíritu esperpéntico y bizarro, pero he disfrutado y sufrido a partes iguales con un filme inédito en la filmoteca española que, afortunadamente, reivindica que el cine español aún puede reinventarse y que se puede abordar un hecho histórico de múltiples formas diferentes, gozando con cada gota de sudor, sangre y lágrima derramada por el camino.
8’5/10
6 comentarios:
Stas consiguiendo k me pike la curiosidad por esta peli caxo perro!
La verdad es que espero que no se parezca excesivamente a Malditos Bastardos, que no me gustó demasiado, ya que le tengo bastantes ganas a Balada triste de trompeta. Con un poco de suerte, la crítica de ésta última será la última entrada del año en mi blog ;)
En gran medida estoy de acuerdo contigo aunque realmente no comparta todo tu entusiasmo... y la verdad sq no creo que sea una película con villanos y héroes sino todo lo contrario, no hay ni buenos ni malos, simplemente son payasos! no sé si me explico.. jeje y la lectura de las dos españas.. realmente que no está tan clara, vamos, al menos no me lo parece.
Lee el spoiler de la siguiente crítica y verás a lo que me refiero:
http://www.filmaffinity.com/es/review/69517379.html
Saludos!
Vale, me parece una explicación de la metáfora completamente acertada, ahora sí lo veo.
Pero telita el resto de crítica eh.. es pa mear y no echar gota!
Una de las peores películas que he visto en mi vida.
1/10 FA.
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