14/2/20

O.C: Barbarella (1967)

¿De que va?: En su viaje por el espacio, Barbarella tiene problemas con su nave y se ve obligada a aterrizar en el planeta Lythion. Sin miedo, se enfrentará a robots diabólicos y otros seres malignos en una aventura llena de peligros y placeres.

Reputación: Adaptación cinematográfica de la serie de cómics homónima creada por Jean-Claude Forest. El productor Dino De Laurentiis contrató a Roger Vadim para que se hiciera cargo de la película tras saber que este último había expresado interés en los cómics y la ciencia ficción. Para el papel de Barbarella, Vadim intentó contratar a actriz como Sophia Loren, Brigitte Bardot o Virna Lisi antes de escoger a su esposa de por aquel entonces, Jane Fonda, a la que tuvo que convencer para que lo hiciera. Años más tarde, Fonda declaró haberse sentido incómoda rodando la cinta debido al carácter errático de su director y marido y por encarnar un personaje tan sexualizado en un momento en el que sufría bulimia y odiaba su cuerpo Un amigo de Vadim, Terry Southern, escribió el guion original, que cambió considerablemente durante la filmación, llevando a que otros siete escritores, Vadim y Forest incluidos, fueran acreditados en el montaje final. La producción comenzó inmediatamente después de que terminase la de otra adaptación de cómic de Laurentiis, Danger: Diabolik (1968), con ambas películas compartiendo buena parte del reparto y el equipo técnico. Barbarella fue particularmente popular en Reino Unido, donde se convirtió en la segunda película más taquillera del año. Pese a varios intentos de remakes, secuelas y otras adaptaciones (la última, una serie para Amazon anunciada en el 2014), ninguna ha entrado en producción.


Comentario: En el documental Jane Fonda en cinco actos (2018), su protagonista confiesa que tenía resaca mientras rodaba la icónica escena del comienzo de Barbarella en el que la protagonista se desnuda en gravedad cero; la noche anterior, se había cogido una cogorza por el miedo y los nervios que tenía de desnudarse ante la cámara. Precisamente así, borracho, es como mejor se puede disfrutar de esta película tremendamente absurda y kitsch pero que, afortunadamente, nunca se toma en serio a sí misma. La película resulta tan ingenua como su propia heroína, que no duda ni por un segundo en mantener relaciones sexuales con cada hombre con el que se cruza y le echa un cable, descubriendo por el camino los placeres del contacto físico y asilvestrado de los que carece el “coito” que se realiza en el planeta Tierra. El chiste se estira demasiado y va perdiendo la gracia paulatinamente, aunque el tramo final nos tiene deparado una fantasía en forma de máquina de orgasmos asesina, un antecedente mortífero y poco práctico del popular Satysfier.

Próximo visionado: Querelle (1982)

No hay comentarios: