14/6/19

O.C: El fotógrafo del pánico (1960)

¿De qué va?: Mark Lewis es un joven que asesina mujeres mientras graba en vídeo la expresión de horror en sus rostros.

Reputación: Recordada como uno de los primeros slashers de la historia del cine de terror, si bien no fue el pionero en utilizar la cámara en primera persona para ver la escena desde el punto de vista del asesino; esa técnica ya se había utilizado anteriormente en Jack, el destripador (1944) y en Concierto macabro (1945). El guion fue escrito por Leo Marks, criptógrafo británico durante la Segunda Guerra Mundial. El título original del film, Pepping Tom, es una expresión en argot inglés que significa ‘mirón’, y que hace referencia al mito medieval sobre Lady Godiva, concretamente al chico que la miró cuando montó desnuda sobre un caballo alrededor de su aldea, cuando todos habían recibido la orden de no hacerlo. Aunque el Consejo Británico de Clasificación de Películas eliminó muchas imágenes de desnudo femenino y violencia del montaje, las terribles críticas y la protestas del público provocaron que la película fuera retirada de los cines británicos tan solo 5 días después de su estreno. Algunos de esos cortes fueron recuperados y restaurados para el lanzamiento doméstico de la cinta, pero otros se perdieron para siempre. La mala acogida de la película acabó con la carrera de su director, Michael Powell, al que le resultó prácticamente imposible encontrar trabajo a posteriori. Martin Scorsese ha declarado que es, junto a Fellini 8½ (1963), la película que mejor plasma en qué consiste el arte de dirigir cine.


Comentario: Es comprensible que el público se escandalizara con una película como El fotógrafo del pánico en los años 60: desvela la identidad del asesino desde el comienzo, para luego obligar a la audiencia a ser partícipe y cómplice de sus crímenes. Por otra parte, se revela a través de vídeos horripilantes la raíz de su psicosis, causada por un padre violento, distante y vouyerista, y establece paralelismos entre su obsesión por encontrar una retorcida belleza en la filmación de los asesinatos que comete con la de cualquier artista entregado y ensimismado en crear su obra, representación de su particular visión del mundo. Y no es un tipo aborrecible en absoluto, sabe que lo que hace es terrible, pero tampoco puede parar. Son temas demasiado atrevidos y controvertidos para su época de los que ahora ya estamos curados de espanto, pero la película conserva íntegro su valor artístico por su audacia visual y narrativa y su gran contribución al cine de terror que llegó después.

Próximo visionado: Cleo de 5 a7 (1962)

2 comentarios:

dong dijo...

ok

dong dijo...
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