¿De qué va?: Un equipo de cine va a rodar a la misteriosa isla Calavera. Allí, los recién llegados descubren una tribu perteneciente a una antigua civilización que secuestra a Ann, la actriz protagonista, para ofrecerla en sacrificio ritual a Kong, un gigantesco gorila.
Reputación: La primera visión que tuvo el director y productor Merian C. Cooper para la película fue la de un simio gigante luchando contra helicópteros en la cima de uno de los edificios más altos del mundo. A partir esa imagen, empezó a trabajar hacia atrás para desarrollar el resto de la historia, en la que también incluyó dinosaurios, cuyos diseños fueron “reciclados” de una película inacabada por falta de presupuesto, Creation, que debía mostrar un mundo perdido y jurásico. El director de esta película cancelada, Willis H. O’Brian, especialista en la técnica del stop motion, se encargó de los efectos especiales de King Kong, y también sirvió de modelo para los movimientos del gorila. Para el papel femenino protagonista, Cooper pensó en Fay Wray, con la que estaba rodando El malvado Zaroff (1932), y la primera vez que le habló del proyecto le dijo: “Tendrás al galán más alto y moreno de Hollywood”. Cuenta la leyenda que la actriz pensó que se refería a Clark Gable hasta que se leyó el guion.
El presupuesto de la película se disparó por culpa de los efectos especiales, de ahí que el rodaje tuviese lugar en Los Ángeles, y no en África, como quería Cooper. También se reciclaron escenarios construidos para producciones anteriores, mientras que la puerta gigante a través de la cual vemos por primera vez al gorila fue quemada junto a un plató cinematográfico para la escena del incendio de Lo que el viento se llevó (1939). Otro de los grandes gastos del film fue a parar a la banda sonora, puesto que su compositor, Max Steiner, fue el primero de su rama en Hollywood en trabajar con una gran orquesta. Cooper había pensado en reutilizar música de otros films, pero Steiner se negó en rotundo. La RKO se jugaba su continuidad con la película, pero por suerte para ellos, King Kong recaudó 117.000 euros en su primer fin de semana, batiendo récords de recaudación, y amasando un total de 24,2 millones de dólares en su primer estreno, salvando así a la productora de la ruina. Se hizo una secuela, El hijo de Kong, el mismo año del estreno de su predecesora, y la pérdida de los derechos del personaje por parte de Cooper propició más continuaciones, dos encuentros entre King Kong y Godzilla y un par de remakes, uno estrenado en 1976 con muy malas críticas, y el de Peter Jackson, que llegó a los cines en 2005. El próximo mes de marzo se sumará su precuela, Kong: Skull Island.
Comentario: Poco se puede decir que no se haya dicho ya de la versión más monstruosa y fatídica del cuento de La bella y la bella. Esta es una de las mayores aventuras creadas por arte y magia del cine, y aunque buena parte de los espectadores de hoy en día no sea capaz de apreciar su valor, la capacidad de asombro, maravilla y fascinación de la película permanece intacta a día de hoy, fruto de un equipo técnico y artístico que se involucró de lleno para sacar adelante una fantasía que parecía imposible de cobrar vida en imágenes. La película sigue siendo 100% disfrutable y sus lecturas de contenido social no han perdido vigencia, pero aunque los puristas se lleven la manos a la cabeza, también soy muy fan del más que digno remake de Peter Jackson, así como de los cambios que introdujo para modernizar ciertos aspectos de la trama, como el “endulzamiento” del carácter del héroe, Jack Driscoll, o la conexión emocional que se establece entre Ann y Kong; por muy bien que grite Fay Wray, su Ann es tan pava que acabarás pensando que el gorila se merecía alguien mejor y que supiese apreciar más el sacrificado amor que le profesaba.
Próximo visionado: ¡Vampiros en La Habana! (1985)
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