10/3/12

O.C: El ángel exterminador (1962)

Poster El angel exterminador¿De qué va?: Después de una cena en la mansión de los Nóbile, los invitados descubren que, por razones inexplicables, no pueden salir del lugar. Al prolongarse la situación durante varios días, la cortesía en el trato deja paso al más primitivo y brutal instinto de supervivencia.

Reputación: Tras el éxito en Cannes de Viridiana, a Luis Buñuel se le permitió volver a rodar una película con entera libertad, aunque no con todos los medios económicos que hubiera deseado. Por eso, su retrato de la alta burguesía tuvo que rodarse en México, en vez de en Londres o París, y sin un reparto europeo. El título de la película está inspirado en una idea del escritor y dramaturgo español José Bergamín. Al principio se iba a llamar Los náufragos de la calle Providencia, pero cuando Bergamín le comentó a Buñuel que quería titular una obra teatral El ángel exterminador éste le pidió usarlo, a lo que Bergamín respondió que ya lo había tomado prestado del Apocalipsis de la Biblia. Según el propio Buñuel, el filme tiene multitud de interpretaciones y simbologías a modo subliminal. Además, utilizó la técnica de repetición de escenas para conseguir un efecto hipnótico en el espectador. El ángel exterminador recibió el Premio Fipresci de la crítica internacional y el premio de la Sociedad de Escritores de Cine de 1962. Alatriste, su productor, cuando terminó de ver el filme por primera vez dijo: “No he entendido nada. Es maravilloso”.

El angel exterminador

Comentario: Siempre supone un placer ver a los más afortunados sufrir lo indecible y sacando a relucir su aspecto más salvaje e incivilizado, aunque sea bajo unos términos tan ilógicos como los que Buñuel utiliza para que sus personajes sufran y se desesperen como ratas atrapadas en una ratonera. No soy el mejor indicado para hablar de las múltiples lecturas (algunas fáciles de pillar, otras no tanto) que se le puede sacar a El ángel exterminador, dicha tarea debería recaer en Chechu, mi colaborador estrella, ya que comparto la misma sensación que sintió el productor al terminar el visionado: no entendí nada pero, eso sí, tampoco me parece algo maravilloso; una curiosa ‘rara avis’ más bien. Qué quieren que les diga, no provengo de la corriente surrealista, y ni siquiera me atrae. Para todo lo demás, Billy Wilder.

Próximo visionado: Carta de una desconocida (1948)

2 comentarios:

mge dijo...

Justo acabo de terminar Teorema, de Pasolini, emparentada con esta película por la crítica acérrima a la burguesía.

Las dos son buenas, pero me quedo con la italiana. Deberías verla a modo de díptico.

Saludo!

Blanch dijo...

Me la apunto para un futuro no muy lejano, que necesito descansar de la maldita burguesía xD

Gracias y un saludo!