23/12/11

O.C: Ordet (La palabra) (1955)

Poster Ordet¿De qué va?: Hacia 1930, el viejo Morten Borgen dirige su granja en un pequeño pueblo de Jutlandia occidental. Tiene tres hijos:  Mikkel, casado con Inger, embarazada de su tercer hijo; Johannes, considerado un loco por identificarse con Jesucristo, y Anders, enamorado de la hija del sastre, líder de un sector religioso rival. Cuando Anders va a pedirle a éste la mano a su hija, el conflicto se recrudece entre las dos familias.

Reputación: Ordet se basa en la obra teatral homónima del pastor Kaj Munk, que fue asesinado por los nazis, y recayó en las manos de Carl Theodore Dreyer, uno de los directores más destacados del cine danés, después de que pasara más de una década sin dirigir, buscando financiación para un proyecto sobre la vida de Jesucristo de Nazaret que jamás llegó a realizar. Ordet ganó el León de Oro del Festival de Venecia y fue la penúltima película de Dreyer, que rodaría su último trabajo, Gertrud, diez años después. Era un director que anteponía la calidad a la cantidad, por eso su filmografía no es demasiado prolífica, además de que su escaso rendimiento económico no motivaba a los productores a invertir en él. Dreyer entendía el cine como un arte eminentemente visual, viéndose claramente influenciado por la pintura; para la puesta en escena de Ordet se inspiró en la obra del pintor danés Vilhelm Hammershoi, quien retrataba interiores prácticamente desnudos, de escaso mobiliario y con luz que se filtraba a través de las ventanas. El montaje de la película está muy simplificado, constituido por largas secuencias en las que un travelling va siguiendo el movimiento de los personajes a través del escenario como si de una obra teatral se tratara. La obra de Dreyer revolucionó el lenguaje cinematográfico aunque se mantuviera al margen de las corrientes y modas de su época.

Ordet
Comentario:
Objetivamente, Ordet es una obra maestra sobre la fe y la religión de factura impecable en la que hasta la brisa del viento está sujeta a alguna interpretación relacionada con el mensaje de la película. Subjetivamente, me parece un tedioso panfleto religioso que ni me va ni me viene, que me exaspera porque los personajes son incapaces de caminar a un ritmo normal ni aunque la vida de alguien dependiera de ello, pero sobre, todo porque a diferencia de Ingmar Bergman, que tampoco es santo de mi devoción, no hay cabida a la discusión o al cuestionamiento, pues el discurso de Dreyer está  totalmente posicionado a favor de la fe y la espiritualidad por encima de la ciencia e incluso de la postura religiosa que se tenga, sentenciando en su indulgente y previsible desenlace que con sólo una fe clara y limpia de cualquier vicio se puede obrar el milagro. Amén.

Próximo visionado: Roma, ciudad abierta (1945)

4 comentarios:

Chechinho dijo...

En rebeldía oficial contra ti, Blanch. Y lo de la religiosidad y la fe, pues bueno. ¿Panfleto? Yo le tengo un 9.

Feliz Navidul.

Blanch dijo...

Panfleto entendido como folleto religoso propagandístico. Por una vez que soy yo al que no le gusta una película que tú adoras y no al revés ya nos vale!

Felizz Navidad!

Chechinho dijo...

Ya sé lo que es un panfleto, Blanch. Y esta película no lo es.

Felices fiestas!

Raquel E. Mediavilla dijo...

Haya paz hermanos...

Lo cierto es que leyendo lo que pones, me dan unas ganas cada día más intensas de ver esta película. Nadie de los de 5º del año pasado me habló bien de ella... Pero no se referían claro, a su valor artistico...

No tengo ninguna gana de ver una peli así. Solo espero que me sorprenda.