Linterna con baterías de usar y tirar

 
Dir.: Martin Campbell
Int.: Ryan Reynolds, Blake Lively, Peter Sarsgaard, Mark Strong, Angela Basset, Tim Robbins
¿De qué va?: Hal Jordan es un piloto de pruebas que recibe de un extraterrestre moribundo un anillo que le confiere el poder de crear todo lo que su mente pueda imaginar. De esta forma, Hal pasa a formar parte de los Green Lantern, una poderosa unidad de élite encargada de salvaguardar la paz en el universo que debe enfrentarse a una nueva amenaza llamada Parallax antes de que destruya todo lo que encuentre a su paso.

Reseña: El gran éxito del Spiderman de Sam Raimi fue el detonante del salto a la gran pantalla de multitud de superhéroes, algunos se podrían considerar como ‘menores’, como Daredevil o El motorista fantasma, por no ser tan populares como Batman, Hulk o el propio Hombre Araña.  Ahora que el subgénero empieza a mostrar síntomas de agotamiento, o de que al menos los beneficios no son tan rotundos como antes teniendo en cuenta que se trata de producciones de costes muy elevados, Warner intenta suplir la ausencia de Batman y Superman hasta el año que viene con Linterna verde, el tercero en discordia del paso de la fama de DC Cómics (si no contamos con la más conocida Wonder Woman). El resultado, sin llegar a resultar desastroso, es bastante frustrante.

 
Frustrante porque había material suficiente como para hacer una gran película de ciencia ficción y en cambio lo que nos ofrece el normalmente competente Martin Campbell es una película de superhéroes de manual que pasa por cada una de las situaciones manidas de sus precedentes: el complejo que siente el héroe hacia su padre, la forma en la que el villano obtiene sus poderes y para qué los utiliza, la historia de amor, el primer rescate del superhéroe ante un gran público (grabado por un espontáneo con un maravilloso móvil LG)… Todo reunido en un guión salpicado con frases del tipo “¡Cómo mola!” o predecibles como “Pues moriré intentándolo”, en el que se desperdicia el escenario espacial y donde  todo ocurre de forma muy acelerada; no hay más que ver el entrenamiento de Hal Jordan como Green Lantern, en diez minutos ya está listo para defender un sector entero de la galaxia.

 
Ryan Reynolds está bastante correcto como superhéroe aunque a veces tenga que hacer el payaso, que por cierto, ni una sola vez me reí con los chascarrillos de la película. El actor tiene química con una despampanante Blake Lively, pero se desaprovecha en una historia de amor blanda, bobalicona e incluso naïf (¡esos atardeceres!). Aquí el único que da rienda suelta a su histrionismo más alocado es Peter Sarsgaard porque lo que es Tim Robbins está ahí para servir como reputado actor del elenco y cobrar el cheque a tiempo. Por otra parte, un camuflado Mark Strong espera de brazos cruzados a la hipotética secuela para poder destacar…

 
Y ahora que he mencionado la segunda parte, el directivo de Warner ha declarado recientemente que ésta sigue adelante a pesar de que la película no haya obtenido los resultados esperados, pero que son conscientes de que hay que mejorar y que por ello la continuación será más oscura y tendrá más secuencias de acción. Creo que la solución no está en seguir el modelo Nolan/Batman, sino en que se realice una adaptación que reúna la esencia del personaje y que explore todos esos elementos que lo hacen verdaderamente único. Green Lantern, pese a ser bastante entretenida y tener una buena, que no brillante, factura, es un blockbuster del montón que no conseguirá que los niños sueñen con ser los próximos portadores del anillo. Esperando a que sepan aprender de los errores, estoy dispuesto a darle a Linterna verde una segunda oportunidad.

5’5/10