Un juguete es para toda la vida

Dir.: Lee Unkrich
¿De qué va?: Los juguetes de Andy empiezan a preocuparse por su futuro cuando su dueño se prepara para marcharse a la universidad. Tras una serie de incidentes, todos acaban en una guardería llena de críos salvajes donde deberán coordinar sus fuerzas si quieren sobrevivir ante los nuevos peligros que les acechan.

Opinión: Hace 15 años, un desconocido estudio de animación llamado Pixar, amparado bajo la protección de la todopoderosa Disney, estrenó una película que supuso toda una revolución, no sólo por ser el primer filme realizado íntegramente por ordenador, sino por su imaginativa y conmovedora historia sobre unos juguetes que cobraban vida cuando su dueño no andaba cerca. Cuatro años después llegaría su secuela, que si bien a algunos les parecerá mejor y a otros peor que su predecesora, supo mantener el listón bien alto.

 
Ahora, en pleno siglo XXI, los tiempos han cambiado y Pixar también. Su nivel de autoexigencia ha ido a más, y no sólo en avances técnicos se refiere, sino en la calidad de las historias, más inventivas, maduras y elaboradas si cabe. Volver a la saga que les dio la fama podría haber sido un paso en falso, pero en realidad esta nueva aventura de Woody, Buzz y compañía continúa con la evolución natural de Pixar, esa que nos ha regalado auténticas joyas de la animación como WALL-E y Up y que convierte a Toy Story 3 no sólo en el final perfecto de una trilogía imprescindible sino en una película que vale su peso en oro por sí misma.

La premisa de los juguetes abandonados daba cancha para una historia bañada en lágrimas, pero en cambio nos encontramos ante un cuento vitalista sobre segundas oportunidades, el camino hacia la madurez y la importancia de la amistad. Cada juguete de la extensa galería de personajes que compone la cinta está muy bien definido y sorprende que ninguno esté desaprovechado, teniendo cada uno su espacio y su importancia dentro del desarrollo de la historia, de la que habría que destacar cierto plan de fuga colectivo a la altura de las grandes tácticas cinematográficas del estilo Ocean’s Eleven o La gran evasión.

 
Así pues, tres son los alicientes que en combinación han catapultado a Toy Story 3 a un merecido éxito (ya es la película de animación más taquillera de la Historia): guión notable, personajes carismáticos y sano sentido del espectáculo. Durante su emotivo desenlace es inevitable pensar en los juguetes que nos acompañaron a lo largo de nuestra infancia; tanto ellos como Pixar han cumplido su objetivo: hacer que nuestra vida sea un poquito más feliz.

8’5/10